Un proyecto de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Comahue fue seleccionado en la convocatoria FITR 2013, del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva para desarrollar productos para la industria petrolera.
El proyecto surge como resultado de la interacción del grupo de Polímeros de la Facultad de Ingeniería, que dirige Edgardo Santarelli, y una empresa local, Zoxi, que brinda servicios de protección contra la corrosión a productos de uso en la industria del petróleo, fundamentalmente tubings y cañerías.
“Ellos plantearon la idea de expandir su área de trabajo y empezar a producir determinado tipo de productos, que hoy por hoy sólo entran al país como importación –explicó Santarelli-. En ese marco, presentamos la propuesta a la convocatoria FIRT 2013, a través de Fonarcec, y fuimos aprobados.
“De la totalidad de los proyectos presentados se financiarán cuatro; el nuestro quedó en segundo lugar y es el que proporcionalmente mayor financiación ha recibido.”
¿En qué consiste la financiación?
“El financiamiento consiste en dinero para la construcción de un laboratorio, para obras dentro de la empresa, para equipamiento técnico, y para comprar insumos.
El Gobierno nacional, a través del Fonarsec aporta cerca de 10 millones de pesos y con el 20% que tiene que aportar la empresa y la Universidad el proyecto asciende a 11,5 millones de pesos.”
El proyecto busca producir tubos que optimicen costos para la industria petrolera. Las mejoras apuntan a aumentar las temperaturas de trabajo, la resistencia mecánica y al daño por la manipulación, reducir la cantidad de las uniones y asegurar el flujo en las cañerías a través del desarrollo de polímeros. ¿Se puede decir que buscan reemplazar los caños tubing por caños de plásticos?
“Los caños tubing no se van a reemplazar. El proyecto tiene tres líneas de trabajo. Una tiene que ver con mejoras, desde el punto de vista de la ciencia de los materiales, al producto con el que se protege a los caños tubing. La empresa Zoxi hace distintos tipos de protección, entre ellas una que se hace “encamisándolo” con tubos de plástico polietileno y polipropileno. Esos tubos protectores se meten con una máquina a presión y eso permite volver a poner en funcionamiento caños que por problemas de corrosión habían sido dejados de lado. Es recuperación de material que había ido a rezago con un costo muy bajo. Hay algunos problemas en estos procesos que tienen que ver con las temperaturas en las que trabajan los plásticos: el polietileno, por ejemplo, puede trabajar en forma contínua a temperaturas de hasta 60 grados y un polipropileno trabaja a temperaturas de 80-85 grados. El polipropileno es un material más difícil de utilizar en el proceso de encamisado porque es un material más frágil y a veces en el proceso de colocación se suelen romper o rajar; y el polietileno no se puede utilizar, en determinados lugares. Por ejemplo, acá hay yacimientos en los que el petróleo sale a temperaturas del orden de los 85-90 grados y los tubos se deprimen y colapsan. Nosotros pretendemos trabajar con polietileno o polipropileno a temperaturas más altas y solucionar algunos de estos problemas a nivel industrial.
“Respecto de los productos que la empresa quiere desarrollar quiero destacar los caños enrollables, que serían caños de plástico reforzados con fibras en los cuales la solución que brindan los caños que se importan son muy importantes porque una tubería de acero tiene una conexión cada 12 metros y cada punto de conexión es un sitio débil de la cañería; los tubos enrollables, en cambio, se unen cada 900 metros. Así se reduce a un mínimo la cantidad de puntos débiles. Y lo más importante, si esto se puede fabricar acá, va a tener especificaciones propias de las necesidades de la industria petrolera local. Por otro lado, vamos a desarrollar un producto exportable.”
La innovación se presentó en el marco del Fondo Argentino Sectorial (FONARSEC) de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, a través del Plan “Argentina Innovadora 2020”, que financia proyectos destinados a los sectores: Agroindustria; Industria; Energía; Salud; Ambiente y desarrollo sustentable; Desarrollo y tecnología social.
“Está planificado a tres años de ejecución, con informes a entregar e hitos a cumplir. El riesgo es que si uno no cumple con lo propuesto, tenga que devolver el dinero.
“Nosotros estamos confiados en lo que sabemos hacer, en la capacidad de la empresa y por otro lado tenemos una responsabilidad muy grande que es que se abrió una puerta de financiamiento y si nosotros cumplimos bien con todos los objetivos que planificamos, esa puerta de financiamiento se pueda abrir más fácilmente para próximas solicitudes, no sólo de este grupo sino también de otros grupos de la Universidad.”
¿Quiénes conforman el grupo de trabajo?
El grupo de trabajo que armamos en esta ocasión está integrado por la empresa Zoxi y un grupo interdisciplinario de la Universidad Nacional del Comahue: mi grupo de trabajo, el grupo de polímeros, gente del departamento de química, gente del grupo de diseño porque tenemos que dar solución a algunas cuestiones a fabricar, docentes del grupo de métodos numéricos y docentes del grupo de caracterización de materiales.
Edgardo Santarelli.
El proyecto surge como resultado de la interacción del grupo de Polímeros de la Facultad de Ingeniería, que dirige Edgardo Santarelli, y una empresa local, Zoxi, que brinda servicios de protección contra la corrosión a productos de uso en la industria del petróleo, fundamentalmente tubings y cañerías.
“Ellos plantearon la idea de expandir su área de trabajo y empezar a producir determinado tipo de productos, que hoy por hoy sólo entran al país como importación –explicó Santarelli-. En ese marco, presentamos la propuesta a la convocatoria FIRT 2013, a través de Fonarcec, y fuimos aprobados.
“De la totalidad de los proyectos presentados se financiarán cuatro; el nuestro quedó en segundo lugar y es el que proporcionalmente mayor financiación ha recibido.”
¿En qué consiste la financiación?
“El financiamiento consiste en dinero para la construcción de un laboratorio, para obras dentro de la empresa, para equipamiento técnico, y para comprar insumos.
El Gobierno nacional, a través del Fonarsec aporta cerca de 10 millones de pesos y con el 20% que tiene que aportar la empresa y la Universidad el proyecto asciende a 11,5 millones de pesos.”
El proyecto busca producir tubos que optimicen costos para la industria petrolera. Las mejoras apuntan a aumentar las temperaturas de trabajo, la resistencia mecánica y al daño por la manipulación, reducir la cantidad de las uniones y asegurar el flujo en las cañerías a través del desarrollo de polímeros. ¿Se puede decir que buscan reemplazar los caños tubing por caños de plásticos?
“Los caños tubing no se van a reemplazar. El proyecto tiene tres líneas de trabajo. Una tiene que ver con mejoras, desde el punto de vista de la ciencia de los materiales, al producto con el que se protege a los caños tubing. La empresa Zoxi hace distintos tipos de protección, entre ellas una que se hace “encamisándolo” con tubos de plástico polietileno y polipropileno. Esos tubos protectores se meten con una máquina a presión y eso permite volver a poner en funcionamiento caños que por problemas de corrosión habían sido dejados de lado. Es recuperación de material que había ido a rezago con un costo muy bajo. Hay algunos problemas en estos procesos que tienen que ver con las temperaturas en las que trabajan los plásticos: el polietileno, por ejemplo, puede trabajar en forma contínua a temperaturas de hasta 60 grados y un polipropileno trabaja a temperaturas de 80-85 grados. El polipropileno es un material más difícil de utilizar en el proceso de encamisado porque es un material más frágil y a veces en el proceso de colocación se suelen romper o rajar; y el polietileno no se puede utilizar, en determinados lugares. Por ejemplo, acá hay yacimientos en los que el petróleo sale a temperaturas del orden de los 85-90 grados y los tubos se deprimen y colapsan. Nosotros pretendemos trabajar con polietileno o polipropileno a temperaturas más altas y solucionar algunos de estos problemas a nivel industrial.
“Respecto de los productos que la empresa quiere desarrollar quiero destacar los caños enrollables, que serían caños de plástico reforzados con fibras en los cuales la solución que brindan los caños que se importan son muy importantes porque una tubería de acero tiene una conexión cada 12 metros y cada punto de conexión es un sitio débil de la cañería; los tubos enrollables, en cambio, se unen cada 900 metros. Así se reduce a un mínimo la cantidad de puntos débiles. Y lo más importante, si esto se puede fabricar acá, va a tener especificaciones propias de las necesidades de la industria petrolera local. Por otro lado, vamos a desarrollar un producto exportable.”
La innovación se presentó en el marco del Fondo Argentino Sectorial (FONARSEC) de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, a través del Plan “Argentina Innovadora 2020”, que financia proyectos destinados a los sectores: Agroindustria; Industria; Energía; Salud; Ambiente y desarrollo sustentable; Desarrollo y tecnología social.
“Está planificado a tres años de ejecución, con informes a entregar e hitos a cumplir. El riesgo es que si uno no cumple con lo propuesto, tenga que devolver el dinero.
“Nosotros estamos confiados en lo que sabemos hacer, en la capacidad de la empresa y por otro lado tenemos una responsabilidad muy grande que es que se abrió una puerta de financiamiento y si nosotros cumplimos bien con todos los objetivos que planificamos, esa puerta de financiamiento se pueda abrir más fácilmente para próximas solicitudes, no sólo de este grupo sino también de otros grupos de la Universidad.”
¿Quiénes conforman el grupo de trabajo?
El grupo de trabajo que armamos en esta ocasión está integrado por la empresa Zoxi y un grupo interdisciplinario de la Universidad Nacional del Comahue: mi grupo de trabajo, el grupo de polímeros, gente del departamento de química, gente del grupo de diseño porque tenemos que dar solución a algunas cuestiones a fabricar, docentes del grupo de métodos numéricos y docentes del grupo de caracterización de materiales.