Un equipo del Instituto de Tecnología de Alimentos y Procesos Químicos (ITAPROQ) dirigido por Ana María Pilosof desarrolló una bebida con aceite de chía que podrá ser utilizada como alternativa a los suplementos dietarios tradicionales. Del trabajo participa el Dr. Victor Pizones Ruiz Henestroza, con quien conversamos en Gabinete de curiosidades, el programa sobre ciencia y tecnología que se emite por la FM 103.7.
Incorporamos el aceite de chía en nanoemulsiones para poder aplicarlos en distintos tipos de productos como jugo de frutas, bebidas saborizadas, etc. –comentó Pizones. La tecnología consiste en agregar ese aceite condensado en una gota muy pequeña, de tamaño invisible al ojo, sin alterar las propiedades de las bebidas porque, como sabemos, no se puede mezclar con el agua directamente.
En declaraciones a Conicet dialoga, la directora del proyecto explicaba: “Agregar un aceite en un producto sólido, como un pan, es fácil y no tiene ningún inconveniente. Pero agregárselo a un líquido, y que además no se separe y sea transparente, es un desafío tecnológico. Agregarlo a un producto lácteo, que sería otro campo interesante de aplicar, sería más simple, porque una leche no es transparente. Lo más difícil tecnológicamente era agregarlo en una bebida, y eso hicimos”.
¿Para qué se utiliza el aceite de chía?
La fuente más conocida de omega 3 es el pescado pero no es un producto muy utilizado en la dieta diaria. Lo interesante es la cantidad de omega 3 que tiene el aceite. La idea es incorporarlo en algún producto de consumo masivo, que sea accesible a la población, y si tenés una bebida con omega 3 no será necesario tener que ingerir una cápsula.
¿Estás hablando de algo que saldría más barato?
Si porque sería un producto a gran escala.
Uno de los problemas que tuvieron que sortear surgió imprevistamente: el Código Alimentario Argentino no reconocía al aceite de chía como comestible, sólo autorizaba su ingesta como suplemento alimenticio. Pero en 2018 el equipo de científicos logró su incorporación, de tal forma que se pudiera aplicar la nanoemulsión en bebidas.
Ahora, ¿en qué etapa del estudio están?
Empezamos el estudio en pequeña escala porque este trabajo surgió a partir de una persona que hace producción de semillas de chía para extraer aceite, que vino con la intención de hacer algún tipo de producto que permitiera aumentar el valor agregado de la semilla o sus derivados. Ahora estamos en el paso de hacer el trabajo en una planta piloto ya que concebimos un proyecto más enfocado a aplicaciones y pudimos comprar un equipo para dar ese salto. Es un tema complicado éste de la vinculación. Pero gracias a la participación en un concurso de Arcor tuvimos una amplia difusión de nuestro trabajo.
¿Cómo continúa?
Tratamos de optimizar el trabajo hecho hasta ahora, queremos sumar más investigadores, queremos mejorar el sabor y la transparencia del producto. Queremos reemplazar los emulsionantes sintéticos por otros de origen natural.